El Caso Maker: ¿Cómo Hacer la Transición desde una Organización Tradicional a una DAO?

Los principales desafíos de operación y gobernanza en el proceso de descentralización de Maker…

Federico Ast
Published in
9 min readMay 6, 2023

--

Esta es una entrevista a Layer0, un abogado que empezó a interesarse en el blockchain cuando conoció los smart contracts.

¿Cuándo empezaste a trabajar en Maker?

Me involucré en la comunidad de Maker en los primeros días del proceso de descentralización. Soy miembro de una Core Unit, como se conocen a los equipos descentralizados que forman parte del proyecto.

Esto me permitió presenciar de primera mano este fascinante proceso. Incluso, tuve la oportunidad de estar involucrado en algunos de los aspectos legales de descentralización del protocolo.

Muchas DAOs, entre ellas Maker, no tienen un proceso formal de reclutamiento como los conocemos en las organizaciones centralizadas. En mi caso, fue más “orgánico”. Empecé participando informalmente en los grupos de trabajo (working groups) que se lanzaron en los meses previos a la disolución de la Maker Foundation.

Al comienzo fue sin remuneración. Luego, con el paso de los meses, fui entendiendo mejor el sistema, donde podría yo aportar más valor y qué áreas me resultaban más interesantes. Pocos meses después, tenía una oferta para trabajar a tiempo parcial en un nuevo Core Unit llamado Sustainable Ecosystem Scaling (SES). A los pocos meses, esto se convirtió en mi trabajo a tiempo completo.

Viendo el proceso en retrospectiva, fue como crear mi “trabajo soñado” del cual hoy, dos años después, me siento tan apasionado como desde el primer día.

Esta es una de las grandes promesas de las DAO: revolucionar el mundo de trabajo, dedicarse a una misión que te realice profesionalmente, una misión que puedas escoger libremente, muy distinto al paradigma laboral tradicional de trabajo subordinado y dependiente.

Fue además una formidable experiencia de aprendizaje sobre la construcción de organizaciones más resilientes y descentralizadas, entender los retos y potenciales.

¿Cuál era la situación de Maker antes de comenzar con el proceso de descentralización?

Nacido en 2016, MakerDAO fue el primer proyecto de DeFi. Empezó en una época en que ni siquiera existía el nombre de DeFi.

En aquel momento, un grupo de desarrolladores liderados por Rune Christensen comenzaron a construir un protocolo de préstamos descentralizados que emitiría una moneda estable llamada DAI.

El proyecto empezó con una comunidad descentralizada. Pero luego se formalizó en una entidad legal constituida en las Islas Caimán. La Fundación Maker tuvo la tarea de liderar el desarrollo del proyecto durante los primeros tiempos.

Es que es difícil comenzar un proyecto de manera descentralizada. La Fundación brindaba cierto marco de control central para avanzar con el desarrollo del producto.

Pero la idea siempre fue que, una vez que el producto alcanzara cierto grado de madurez, se iba a empezar a descentralizar las actividades de la Fundación en la DAO de Maker.

Al final, el proyecto quedaría completamente en manos de la comunidad.

¿Cuáles fueron las etapas a lo largo de las que se desarrolló el proceso de descentralización?

La primera etapa ocurrió en 2019, cuando se empezó a descentralizar el producto DAI (en concreto, el portafolio del colateral que garantiza la emisión de DAI).

En 2020, la Fundación entregó a la DAO el control técnico de los smart contracts que gobiernan al token. En ese año, también se lanzó el MIP framework, que rige el marco de gobernanza descentralizada para la toma de decisiones colectivas y la asignación de fondos.

En 2021, se lanzó el Core Unit Framework, que definió la estructura organizacional y el marco operativo. Los contributors (contribuidores) se organizaron en las llamadas Core Units donde cada una se especializa en algún aspecto del proyecto. Esto fue un paso importante hacia la descentralización operativa de Maker.

Al poco tiempo, la Fundación transfirió a la DAO los fondos de desarrollo (84.000 MKR). A partir de ese momento, el presupuesto empezó a asignarse a través del sistema de gobernanza de la DAO, y ya no por la Fundación.

En la segunda mitad de 2021, la entidad legal de la Fundación fue disuelta y todos los empleados fueron transferidos a la nueva estructura de la DAO. Pero ya no bajo la forma de empleados sino de contributors (contribuidores) adscritos a una Core Unit, pagos por el protocolo y no por la Fundación.

En 2023, Maker está en una nueva ola de descentralización que busca pasar a un modelo modular. La visión es que, en el futuro, el sistema central de Maker (llamado Maker Core) funcione de manera casi automatizada con una mínima intervención humana.

Alrededor de este núcleo, habrá una serie de subDAOs externas con su propia estructura legal y modelo de negocio que actuarán como contratistas o proveedores de servicios.

¿Cuáles fueron los principales aspectos del proceso de descentralización?

La creación de un protocolo descentralizado fue un aspecto clave de la visión del proyecto desde su nacimiento. MakerDAO siempre ha creído, que solo así es posible operar la moneda del futuro, un bien público, neutral, resiliente, resistente a censura y transparente.

Un punto importante a destacar es que el proceso ha ido a distintas velocidades en distintas áreas.

El primer aspecto que se descentralizó fue el colateral que garantiza la emisión de la moneda DAI. Pero en aspectos legales y organizacionales, la descentralización ha sido más lenta.

La estructuración legal de las DAOs es uno de los temas más complejos e interesantes que existen actualmente en el mundo del derecho. En Maker, se decidió que la DAO no va a tener una entidad legal que funcione como “wrapper”. Nuestra evaluación fue que actualmente no existen estructuras legales que sean compatibles con el espíritu de una DAO, tales como la descentralización.

Por último, está la descentralización de la operación, que todavía está en proceso. Esto es, cómo se toman decisiones y cómo se desarrolla el trabajo del día a día en la DAO.

En esto, un aspecto clave es la gobernanza.

Maker desarrolló un sistema llamado Maker Internal Proposal (MIP) en las que los miembros de la comunidad pueden hacer propuestas para ser votadas.

Las MIP, como se llaman las propuestas, pueden tener diferentes propósitos: hacer actualizaciones técnicas en los smart contracts o en los parámetros de riesgo (ej., cambiar la tasa de interés que se paga a los depositantes), solicitar fondos o realizar cambios estructurales en la organización (ej., crear nuevos Core Units).

Los tenedores del token MKR pueden votar directamente en las propuestas o delegar sus votos a otros miembros de la comunidad.

Maker fue un proyecto pionero en gobernanza on-chain. A lo largo del tiempo, se ha desarrollado un sistema muy avanzado. Pero todavía quedan muchos desafíos por superar.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan desde el punto de vista de la gobernanza?

El desafío más grande es la baja participación en las votaciones. Esto se debe en parte a la variedad y complejidad de los temas que maneja MakerDAO, los cuales abarcan temas de desarrollo tecnológico, financiero, organizacional y legal, entre otros. Es imposible tener conocimiento en todo, y muchos temas son muy técnicos.

La segunda razón es que, en la estructura actual, todas las decisiones se someten a votación, desde los temas estratégicos a largo plazo hasta los temas tácticos y operativos.

Una última razón es que no existen actualmente incentivos económicos para participar en la votación.

La combinación entre estos elementos puede volver al protocolo vulnerable a ataques de gobernanza. Vale aclarar, sin embargo, que estos no son problemas que afecten específicamente a Maker. En general, son preocupaciones comunes a todos los protocolos descentralizados.

La reestructuración de Maker conocida como Endgame precisamente busca resolver estos problemas

En términos concretos, ¿cómo funciona la organización del trabajo en la DAO?

Las DAOs son organizaciones descentralizadas con la autonomía como principio básico. No tienen un esquema piramidal ni una línea de mando vertical como en las empresas tradicionales.

Los miembros son contribuidores, no empleados. Y todos trabajan de manera remota.

Esto hace que la organización del trabajo sea un desafío.

Sin embargo, esto no significa que Maker no tenga estructura ni que no haya jerarquía. Hay relaciones jerarquícas, pero son temporales y fluidas.

Cada Core Unit tiene una propia dinámica que es definida por sus miembros. En general, esto incluye llamados semanales de equipo donde se discuten los temas del día a día. También a otras llamadas a nivel del conjunto del proyecto que se conocen como “governance call”.

Cada Core Unit tiene un mandato y un presupuesto que es ratificado por el sistema de gobernanza de Maker. Dentro de ese mandato y presupuesto, los miembros tienen bastante libertad en elegir a qué proyecto dedicar su tiempo y energía. Tienen la posibilidad de buscar una conexión entre lo que el proyecto necesita, lo que uno quiere hacer y el conocimiento que cada uno tiene.

Es una modalidad de trabajo muy flexible. Pero no es para todo el mundo. Uno tiene que vivir con cierto nivel de tolerancia a la incertidumbre y la ambigüedad. Pero, al menos a mí, me parece mucho más entretenido que un trabajo de una empresa centralizada.

El Endgame Plan cambia fundamentalmente la manera de organizar el trabajo en una organización descentralizada, el cual incluye una división entre quienes contratan trabajo y quien lo ejecutan, así como una división funcional por temas.

¿Cuáles fueron los principales obstáculos que Maker enfrentó en su proceso de descentralización? ¿Qué cosas harían diferente si pudiesen empezar de nuevo?

Maker fue uno de los primeros proyectos que implementaron sistemas de gobernanza con tokens. Bajo este sistema, todos los tenedores de tokens podían votar sobre cualquiera de los temas sometidos a gobernanza.

Pero esto generó una situación en la que había que hacer una votación por temas muy pequeños, lo que volvía muy lento el proceso.

El sistema de gobernanza de Maker era demasiado primitivo para una organización compleja, y esto hizo que se volviera disfuncional.

Actualmente, la reestructuración de Endgame se hace sobre la base de los aprendizajes que se hicieron a lo largo del tiempo.

Uno de los cambios que se consideran es evitar que todas las votaciones tengan que incluir a todos los miembros de la DAO. Maker Governance manejará decisiones estratégicas o que refieran a “tail risks” mientras que las decisiones operativas o marginales van a ser tomadas por subDAOs especializadas.

Maker Governance se dividirá en 5 grandes áreas (verticales) llamadas Scope Frameworks, las cuales contienen todos los roles, órganos, procedimientos, reglas de interacción y tomas de decisión colectiva del ecosistema de Maker. Este grupo de reglas reemplazará en un momento el MIP framework y estará en continua evolución con apoyo de expertos técnicos externos

Las votaciones generales consumen mucho tiempo y sólo deberían utilizarse para decisiones que tengan un peso importante, como cambios fundamentales en el protocolo a nivel técnico o de gobernanza o decisiones estratégicas.

Y luego, cómo lograr un balance entre las áreas y entre los distintos agentes que forman parte de la DAO.

Muchas de las reflexiones son las mismas que nos dejaron los padres fundadores en la construcción de las constituciones modernas: adopción de sistemas de pesos y contrapesos para lograr un buen equilibrio en el poder.

¿Qué consejos darías a un equipo que está empezando a pensar en su proceso de descentralización?

Un primer consejo es emprender el proceso de descentralización de manera gradual. Pero ya con una planificación desde el comienzo.

Sin esta planificación inicial, podría volverse caótico definir quién tomará las decisiones acerca de qué cosa y cuáles serán las mayorías necesarias para tomar decisiones.

Segundo, tener claridad sobre cuáles son las ventajas y los riesgos legales de la descentralización. En el caso de Maker, por tratarse de un proyecto DeFi, la descentralización era una ventaja porque algunas regulaciones excluyen a los protocolos descentralizados.

Tercero, tener en cuenta el factor humano. Eliminar las líneas de jerarquía puede generar desafíos de gobernanza. Como en cualquier organización, se generan situaciones emocionales que involucran las vidas de las personas.

Cuarto, recordar que las DAOs son un modelo organizacional nuevo que aún está en fase experimental. No hay un modelo a seguir. Y, además, cada DAO es única.

Hay que aprender de la experiencia de los que han hecho este proceso antes y aprovechar las nuevas herramientas que van surgiendo. Cuando Maker empezó su proceso, no había prácticamente nada. Ahora hay algunas experiencias y hasta herramientas de software que pueden ayudarnos en este proceso.

Pero siempre nos encontraremos con obstáculos en el camino. En todo momento, hay que mantener la cabeza abierta y estar dispuesto a hacer iteraciones. Cuando algo no funciona, hay que repensarlo y volver a intentar.

--

--

Federico Ast
Editor for

Ph.D. Blockchain & Legaltech Entrepreneur. Singularity University Alumnus. Founder at Kleros. Building the Future of Law. @federicoast / federicoast.com